Los amigos... ¿Dónde están?


Frente a mí está la mampara que colinda con una pequeña terraza. En su amplio vidrio veo reflejada la imagen de un tipo que no reconozco: tiene en el rostro la expresión de un hombre abatido, fatigado, preocupado; lleva el cabello crecido, varios kilos menos, el bello facial sin rasurar, y en su mirada ni un ápice de alegría. Aquél y yo, por un instante nos observamos fijamente. Quizás, extrañado se preguntará sin quitarme el ojo: ¿Cuándo cambié? Yo, después de escanearlo con la mirada me pregunto: ¿Qué pasó? Al Javier que me muestra el cristal nunca lo conocí, no es el mismo que otrora viera cada mañana en el espejo de la sala: sonriendo, bailando, rebosando de buena vibra en los minutos previos para salir rumbo al trabajo.

La mala hora viene cubriendo mis días desde hace bastante tiempo pero siempre me ha encontrado de pie listo para hacerle frente. De alguna manera he sabido vencer los problemas que genera el desempleo, con dignidad, respeto y honradez. Pero el hambre va dejando de ser una hiena merodeando a su presa… ya mordió, haciéndome sentir la furia de sus fauces.

Hoy es cuando más necesito de los amigos y no los veo, ¿Será que no los tengo? Quizás se ocultan a la espera que la tormenta que zarandea con furia mi estado anímico se marche para reaparecer invitándome nuevamente a brindar por algún motivo absurdo. Mi voz suena cansada de tanto llamarlos pidiéndoles ayuda. Llevo adolorida la mano de tantas puertas que he tocado, y el corazón abatido por las respuestas negativas que han golpeado a mis oídos. A veces siento que me ahogo en este mar bravío en el que se han convertido mis días.

Hay momentos en los que me digo: “Que bueno es ser agnóstico porque así no puedo culpar a nadie de lo que estoy viviendo, a no ser que sea a mí mismo”. También pienso que si en verdad existiera alguien supremo sería injusto que perdiera el tiempo preocupándose por mi situación cuando en el mundo hay niños con un dolor más grande y que realmente necesitan de su misericordia. Pero lamentablemente ellos y yo estamos abandonados a nuestra suerte: ellos creyendo en él, y yo dudando de su existencia.

De tanto pensar en como salir de este hoyo sin fin en el que voy cayendo me he dado cuenta que hay momentos bellos que estoy descuidando, como por ejemplo: observar el hermoso espectáculo que me obsequia la naturaleza dejando caer la lluvia durante todo el día.

Replegado en mi habitación, sentado en el mueble rojo, pensaba como un estratega qué acciones tomar para ganar la batalla que voy librando. Escuchaba el crepitar de las gotas sobre la calamina de plástico que protege la lavadora en el patio, cuando el ruido de una motocicleta se oyó aproximarse a mi dirección, y luego que alguien manipulaba el buzón de las correspondencias. Me acerqué a observar por la mampara y vi que era el cartero. Al alejarse salí a revisar que me había dejado: el recibo de uno de los servicios (gas, agua, luz…) que no podré cancelar.

Me disponía a ingresar a casa y fue el sonido del agua precipitándose sobre las hojas de los árboles con el olor de la tierra mojada lo que capturó mi atención después de mucho tiempo, aunque la lluvia también había nublado la mañana del día anterior. Ahí, apoyado en el marco de la puerta me estuve largamente apreciando el mágico escenario que me perdía por andar concentrado en la búsqueda de soluciones para mis problemas.

Curiosamente, el mes pasado, quien menos pensaba que me brindaría esa mano amiga tan urgente se hizo presente, una persona con quien no mantenía una comunicación fluida, amistad a la que no veía desde hacía mucho tiempo. Ella no dudo en solidarizarse conmigo, no solo en palabras sino con hechos concretos, realizándome un préstamo dentro de sus posibilidades. Pero aquellos que se enjuagan la boca continuamente con mi nombre llamándome “amigo”… ¿Dónde están?

Una de las tantas lecciones que me va dejando el agobiante momento que vivo es darme cuenta de la gran diferencia que existe entre un seudo amigo y un amigo de verdad. El primero suele mostrarse “atento”, diciendo que comprende tu situación pero cuando te despides éste se olvida de tu desesperación al cerrar su puerta. El amigo no solo te escucha sino que se involucra con tu problema y procura ayudarte a encontrar una solución.

En estos días recordando la cantidad de extranjeros que en su momento ayudé económica o laboralmente durante mí larga permanencia en este país -muchos de los cuales ya no habitan en esta isla y otros desaparecieron sin dejar rastro- me sentí feliz porque pensé que esa era una de las misiones que la vida me tenía reservada. ¿Ahora que los necesitas dónde están?, me preguntaron. Mi respuesta fue simple: “Cuando se brinda la mano se hace sin pensar que algún día te será retribuido, se da desinteresadamente, por eso hoy me siento orgulloso de mí”.

A pesar de no ver la luz al final del túnel oscuro por el que voy transitando tengo la confianza que pronto superaré este mal momento y que más temprano que tarde toda esta situación sólo será un buen recuerdo. Sí: ¡Un buen recuerdo! Porque lo que hoy me está sucediendo alimentará positivamente mi amplia maleta de experiencias.

En la vida he aprendido a no evocar el pasado para sufrir sino para rescatar los buenos momentos y encontrar las soluciones para los problemas ya vividos, sin llorar ni lamentarme. Siempre he sido un ganador y esta vez no será diferente.


Tu opinión es muy importante.


21 comentarios:

Jabo dijo...

Hola Javier: un fuerte y entrañable abrazo desde España.
Te admiro por el esfuerzo que estas poniendo para salir adelante.
Preguntas donde están tus amigos? Te diré que eres una persona querida y tienes muchos amigos. Ocurre que a veces es muy difícil por este medio que nos une, saber cómo ayudar. Y ahora hay que apoyarte, pero de verdad, porque como dices, lo estas pasando crudo.
Podrías tu decirnos como mandarte un apoyo económico?. No te apure pedirlo, Javier. Sabemos que estas allí, buscando trabajo en una situación tan especial como esa. Y hay gente que queremos darte la mano amiga que mereces.
Mira, si puedes, porque desconozco tu capacidad de entrar al PC, escríbeme al email: fjforcada@ono.com y lo comentamos.
Animo. Jabo

geminis dijo...

Debe ser terrible que los que se dicen amigos no aparezcan, me gusto la última linea, siempre he sido un ganador, y esta vez no será diferente, con eso lo dices todo.
un beso y un abrazo desde México

Conxa dijo...

querido, me temo que es la misma historia de siempre.....

o quizá los amigos estén igual de desesperados,no lo se, pero no puedes ser débil ahora, después de tanto esfuerzo.....

Pero en cualquier caso, sabes bien donde estoy,y mi email. solo tienes que hablarme.

Un abrazo querido.

Liova dijo...

Hola! Claro que todo se arreglará!!!!!
La felicidad va por barrios... como se suele decir por aquí.
Muchas veces nos sentimos agobiados y cuando menos lo esperas aparece una mano amiga que te hace todo más soportable.
Los amigos han de estar para las duras y las maduras. Así se demuestra la buena amistad. CUÍDATE MUCHO Y COMO SIEMPRE MIS BESITOS Y SALUDITOS ESPAÑOLES.

Nacida en África dijo...

Mi querido Javier: Me duele y me preocupa verte así. Es verdad que las circunstancias han cambiado y que en los momentos de necesidad muchos desaparecen de nuestro lado, quizá porque no saben como actuar o quizá porque no quieren problemas.¿Has pensado en abandonar este país y volverte al tuyo?

Te envío un fuerte, fuerte, abrazo.

Malena

Anónimo dijo...

Te he ido dejando comentarios ante tu ausencia y tu tardanza en actualizar el blog.Veo que no los has publicado y por eso no se si te llegaron...
Tu mismo lo dices en la última frase: siempre he sido un ganador y esta vez no será diferente...
no son amigos los que creias que si eran....

Virginia Prieto dijo...

más allá de lo bien escrito del texto me dejaste pensando en todo lo que ponemos cuando nos acercamos a alguien, cuando ofrecemos esa mano amiga a quien lo necesita.
muchas veces, no viene esa mano de vuelta y sufrimos por ello.
estás en una situación complicada y las cosas no están saliendo como quisieras pero acá estamos para tenderte una mano aunque más no sea virtual.
yo me siento tu amiga a través de este compartir las letras.
tenés mi mail, aunque más no sea, es algo que nos acerca a pesar de la distancia

te mando un abrazo muy fuerte!!!

MAJECARMU dijo...

Javier,es verdad lo que dice Javo,a veces no sabemos cómo ayudar por este medio.No tengas reparo en pedir ayuda.
Siempre fuíste un luchador y un vencedor,encontrarás trabajo o la forma de salir de allí,seguro que si.(te mandaré mi correo en otro comentario)
Te dejo mi ánimo y mi abrazo,amigo.
M.Jesús

Anónimo dijo...

Winston Churchill escribió una vez: "En cierta forma una carga de caballería es similar a la vida misma; Mientras se esta bien firme sobre la silla de montar, con las riendas en la mano y bien armado, muchos te enemigos te abriran paso. Pero en cuanto hayas perdido un estribo, te hayan cortado una rienda, se te haya caido el arma, estes herido; entonces, es el momento en que de todas partes surgen enemigos para abalanzarse sobre ti".
Espero de corazon que alguna mano desinteresada te suba a la grupa de su caballo, para alejarte del peligró y vuelvas a empezar tu batalla.

JuanRa Diablo dijo...

Javier, es admirable esa positividad en tu carácter, el equilibrio interior que muestras ante la adversidad y esa esperanza por ver llegar momentos mejores y ojalá que no te falte nunca todo esto que no todo el mundo es capaz de sentir.
No sé cómo actuaría yo en una situación como la tuya pero creo que estaría desesperado, así que te leo y me dejas con el corazón en un puño.
Mi apoyo moral como alguien que desde hace tiempo te tiene mucho afecto ya lo tienes, pero eso no te servirá de mucho.
Si en algo te pudiera ayudar lo haría gustoso. Mi correo electrónico aparece en la barra lateral de mi blog.

Un fuerte abrazo, amigo.

Minombresabeahierba dijo...

Me quedo con tu respuesta:

“Cuando se brinda la mano se hace sin pensar que algún día te será retribuido, se da desinteresadamente, por eso hoy me siento orgulloso de mí”.

También me la dí hace tiempo, pero pasando en los últimos años vaivenes similares, no es suficiente para estar sereno, pues uno tiene obligaciones diversas, desde mantenerse a uno mismo como la responsabilidad cuando se tiene familia / hijos a cargo.

Lo que veo con claridad es tu permanente actitud de luchar para solucionar el problema laboral, lo que te va a traer indefectiblemente ese resultado
positivo.

Abrazo desde Argentina.

Kim Basinguer dijo...

Ye comprendo perfectamente, en la Biblia hay una parábola que dice que un hombre llamó a un amigo pidiendo pan y el amigo no se lo dio. El hombre volvió otro día, y otro y otro y volvió a horas intempestivas y el amigo le dio pan mas por pesado que por amigo.
La gente se "olvida"facilmente de los problemas de otro, procura ser "pesado" con tus amigos, para eso están.
Un abrazo desde España con el deseo enorme de que esto pase pronto y sea solo un mal sueño.

curro dijo...

Bueno D. Javier, como he leído en algun comentario, yo y quizá alguien mas no sabemos como hacerle llegar algun tipo de ayuda, por lo tanto creo que lo mejor es que hiciera alguna ehtrada diciendonos como o mejor aún poniendo algun número de cuenta bancaria delalgun banco internacional, donde se podría canalizar esto. Un Abrazo.

Aniña (@vampyevil) dijo...

dicen que los verdaderos amigos son como las estrellas estan aunque no los veas. besitos

Carmen Rosa dijo...

Hola JAVIER
Deseo logres superar esa desazón que te puede provocar toda esta situación y saber de algún medio por el que podamos ayudarte ya que somos muchas las personas que nos interesamos en verte y sentirte bien.
Un fuerte abrazo.

MAMÉ VALDÉS dijo...

Con esa forma de pensar seguro que pronto tendrán soluciones todos tus problemas, mucho ánimos y suerte, un gran saludo...

Alma Mateos Taborda dijo...

"Siempre he sido un ganador y esta vez no será diferente" Tómate de este concepto tan firme y valioso y no temas que siempre saldrás adelante. Los amigos que no están quizás nunca fueron verdaderamente amigos,los buenosamigos,no se van, están siempre en las buenas y en las malas. Un abrazo grande y fuerza.

Recomenzar dijo...

Magnifico tu blog y el poder de tus palabras...un abrazo

Momentos dijo...

Yo rezare porque tu situación cambie, porque yo, si creo, y creo en el poder de la oración. Te seguiré. Confía.

María José Rubiera Álvarez dijo...

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Ánimo. No desesperes, por vafor.

maria jesus dijo...

Querido amigo: Siento mucho no haber vuelto a saber de ti. Espero y rezo porque tus problemas se hayan arreglado. Que tengas un año 2012 feliz y que tus deseos se hagan realidad.

Quisiera saber como estas. Un abrazo