En la distancia


Si tuviera que escribir sobre mi vida
tú serías mi mejor inspiración,
y las fronteras serían un reto
para avivar la llama de nuestro amor.

Lo que opine la gente no importa.
Será tu voz junto a la mía la que se oirá.
Ellos no entienden que somos locos,
y muchas veces nos podemos equivocar.

Pero si bebes de su veneno
me mataras,
no habrá clemencia,
y de tu memoria me has de arrojar.

Más...
yo confío en tu cariño,
amor de lejos,
y estoy seguro que la distancia
nos une más.



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A mi familia


Madre, gracias por darme la vida.
Padre, gracias por estar siempre a mi lado.
A mis hermanos por darme la fuerza
para llegar hasta donde llegue.

Hija, te llevo muy dentro de mi.
A pesar de no verte crecer
guardo hermosos recuerdos,
aquellos que en la distancia junte.

Mami Panchita, estas en mi alma.
Mami Dorita, vives en mi corazón.
Sobrinas, más que un tesoro
ustedes son nuestra bendición.

Amores ingratos yo tuve
pero el más grato se quedó junto a mí.
¿Qué más puedo pedirle a la vida?
Que no sea seguir siendo feliz.

Si no están acá, y yo no estoy a su lado...
Qué más da
Igual si estuviéramos mucho más allá
siempre estaríamos juntos.

Luna, lléname de sentimientos positivos.
Mar, llévate mis tristezas.
Sol, alúmbrame el camino de regreso.
Vida, no me hagas trampa y te marches.

La distancia solo existe cuando tienes ganas de sentirte lejos.
La soledad nace cuando empiezas a olvidar que hay personas que te aman.
Sería injusto dejar de danzar el huayno de la alegría
teniendo una familia por quien daría la vida.



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Reflexiones al paso: La Desconfianza.


"¿Si creo al pie de la letra lo que tú dices por qué dudas al pie de la letra lo que yo diga?"... Se debe tener mucho cuidado cuando la confianza empieza a caminar por el borde del abismo llamado inseguridad porque los fantasmas que logra crear la desconfianza pueden espantar el amor. Parafraseando un proverbio español diría: "El amor termina donde la desconfianza empieza".


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Tus Lágrimas



Si mañana
la vida decidiera abandonarme
antes desearía dejar mis besos
en cada uno de tus pañuelos
para que al secar tus lágrimas
fueran mis labios los que se bebieran tu tristeza.



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2012: Nuevamente vuelvo a volar


Mucha agua corrió por debajo del puente desde la última vez que me senté a ficcionar con los recuerdos. Fueron numerosos los problemas que me tocó enfrentar. Cada día bregando con las horas negras, teniendo como fin supremo alcanzar tiempos mejores. En el inmenso museo que es la vida he podido apreciar bellos cuadros, también vidas pintadas con los colores del pesimismo y la envidia. El tatuador invisible de la desesperación intentó dibujar en mi mente recuerdos con tinta echa a salivazos.

El mejor plato que pude servirme, mientras me escondía buscando soluciones, fue el de la amistad de quienes nunca imaginé. Retoqué el maquillaje amical de viejos conocidos que desde algún tiempo andaban perdidos. Vi amanecer la indiferencia de "amigos" que eran enemigos persignándose y golpeándose el pecho en la liturgia dominical.

Cuando la idea absurda encendió en su semáforo la luz roja para detenerme lo crucé con el pie pegado al acelerador de la razón. Mi carácter impulsivo e impaciente mudó de piel por el de la serenidad, mesura y reflexión. Corriendo tras de mí venía la depresión, nunca pudo alcanzarme porque cada día triste lo vestí de esperanza. Logré cimbrear las horas amargas con mucho buen humor.

El año que se fue me dejó grandes lecciones además del convencimiento que siempre se puede ser un ganador por muy desesperante que sea nuestro escenario. Tengo en la memoria la alegría de haber pasado lo que me tocó vivir porque fue una escuela de la que pude graduarme con honores. Tal vez nunca seré un ejemplo para nadie, pero sí el reto de alguna persona que al recordarme dirá: “si él pudo por qué yo no”.

El 2012 no será un año en el que vaya a plantearme nuevos objetivos, sino el de corregir mis estrategias para alcanzar los objetivos que se quedaron truncos en el camino. El difunto calendario me dejó por herencia la claridad de reconocer a los buenos amigos que se preocuparon por mi situación, aquellos que siempre llevan un halo de energía positiva.

¡Gracias!... A todas aquellas personas que fielmente han continuado visitando el blog de éste chimbotano, ya que a pesar de no encontrar un texto nuevo siempre dejaron un mensaje de aliento. Igualmente llevo en mi corazón a todos los blogueros que se ofrecieron a ayudarme económicamente, pero necesitaba demostrarme que podía salir solo de la tormaneta en la que me encontraba, sin molestar a nadie.

Alejado de la prosa, del verso, de este mar de letras, estuve pescando historias nuevas de gente que conocí en cada puerto donde anclé mi barca. De nuevo estaré entregándoles mis recuerdos, mis composiciones, mis crónicas, y todo ese mundo que mis neuronas suelen crear para deleite de los lectores de "Crónicas desde el malecón".

Mis alas sanaron sus heridas y hoy nuevamente vuelvo volar.



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